Horacio Ferrer Horacio Ferrer - Porteñesa heroica

Ciudad nuestra,
laberinto de rutina y de aventura,
obra sos de todos, de todos tus hijos,
el que ya está listo y el que está en la cuna.
Beatriz en la Divina Comedia de los tangos,
sos del que cruza en rojo y del que está esperando.
Y vea, vea, vea qué cosa tan porteña,
de día tan bancaria, de noche tan bohemia.

Ciudad nuestra,
laberinto del zarpazo y la ternura,
de reos, pitucos, justos y bandidos,
de zurdos y diestros, morochas y rubias,
todos, tus hijos, ciudad,
sombras en tu eternidad, voces color bandoneón,
almas de Buenos Aires.

Ciudad querida
diosa encontrada por don Pedro de Mendoza,
tan misteriosa como la vida,
¡ay, ciudad, mi ciudad!

Ciudad querida,
mujer de pampa vertical que sueña tangos,
bailá conmigo, ¡te quiero tanto!
Buenos Aires, mi amor, mi ciudad.

Ciudad nuestra,
laberinto de gauchadas y de usuras,
obra sos de todos, de todos tus hijos,
Rey, Smith, Furlotti, Kohn, Talián y Ezcurra.
Sos del cabrón que busca salvarse sólo él mismo
y del que hechó barraca, jugado por amigo.
Y vea, vea, vea qué cosa tan bonita
qué abrazos y qué trampas que dan tus nochecitas.

Ciudad nuestra,
laberinto de corduras y locuras,
del santo y del diablo, del pato y del rico,
de puntos y minas, de ateos y curas,
todos tus hijos, ciudad,
sombras en tu eternidad, voces color bandoneón,
almas de Buenos Aires.